viernes, 10 de febrero de 2017

LA TRISTEZA DEL POETA...(versión corregida para Ediciòn "ESCRITORES EN OFICIO) EDITORIAL DUNKEN.


   Corría el año 1305 y en Venecia como en toda Italia la idea del pecado y la flagelaciòn hacía su más ferviente presencia. Pero como quien espera una brisa cálida en la noche, de pronto y sin que nadie se lo propusiese, el comentario popular era que se darían indulgencias a los pecadores, si bien esa noticia era falsa, tal fue el peregrinar a la casa pontificia que el papa debió dar dicha voz popular por cierta (siempre que el pecador visitara arrepentido de corazón las basílicas de San Pedro o de San Pablo).
Fue entonces que Beatrice una joven de unos dieciséis años visitó la basílica de San Pedro para pedir de corazón borrar de su alma el amor que la torturaba, tanto por imposible como por impropio… El poeta estaba casado con esa mujer a la que jamás tuvo por musa y que tan sólo le dio sus cuatro hijos.
Desolada se va a vivir a Venecia en busca de la paz que no encontraba, pues cada pensamiento la llevaba a su poeta de ensueños.
   Él por su lado seguía el mismo camino del sufrimiento, de dolor,de agonía, viviendo al lado de un ser que no lo inspiraba en lo màs mínimo y suspirando por quien lo inspirara en su obra más certera" La Divina Commedia" y "La Vita Nuova"
   Por designios del Dios del amor, él es designado a la embajada en Venecia y allí hace realidad su sueño de amor... Una tarde templada de primavera el recorría las instalaciones precarias de una pequeña fábrica artesanal de espejos, cuando en la entrada ve a una jovencita que pasa ensimismada, y al no poder creerlo, tarda en reaccionar. Deja al hombre que lo estaba atendiendo con el espejo en la mano y sale raudamente a la voz de :“Beatrice, Beatrice”, hasta que logra alcanzarla ...ella al verlo, sólo atina a decir: “deberé volver a San Pedro”…

lunes, 6 de febrero de 2017

La virgen me ilumina (versión corregida para Editorial Dunken) antología CUESTIÓN DE CUENTOS. 2017

Sin dudas la misión no parece tan osada pero aun así tengo mis dudas, esta mañana el primer mandatario de los Estados Unidos, ha sido muy firme y muy claro, si no colaboro él emprenderá la campaña para el control de la natalidad, y eso sería el final de la familia, algo por lo que he bregado toda mi vida. Amada madre María me encomiendo a tu luz, ilumina mis pensamientos y dame la fuerza de seguir tu misión…

Eran las seis de la mañana cuando mi secretario cruzó raudamente la puerta, la noticia que traía era contundente. –Santo padre, esta misma tarde llegará el agente Hillenkoelter.
 –Pero cómo, ¿él?
 –No santo padre, es el hijo que trabaja también para la CIA.
 –Muy bien cancela mis entrevistas de la tarde entonces, alega complicaciones en mi salud e intercala las tres citas de la tarde, con las de mañana a la misma hora.
 –Así será santo padre. Mi secretario corrió por el corredor de la santa sede, y así comencé mi rutina. La virgen María había sido muy clara, debo luchar por la familia, sin familia la iglesia no podrá seguir adelante.

Hable al mediodía con el obispo en Buenos Aires, quien se encargará de los comunistas de ese país, colaborará con mi misión, claro que no sabe que al cumplirla solo cumple un mandato del primer mandatario del gobierno de los Estados Unidos. En Uruguay y Chile todo está en orden, y el comunismo tiene los días contado. Debo ver si mis obispos de Europa luchan contra el socialismo con el mismo ahínco de los obispos latinos contra el comunismo.
Sorbí mi té sin prisa y al abrirse la puerta era como ver aquel ser al que siempre debí estar enfrentado, era tan grande su parecido que dudé sino era él en verdad, pero no podía ser cierto, a estas alturas ese hombre debería estar tan o más envejecido que yo…  
Hizo la tan conocida reverencia, pero sólo en el gesto, habló del plan que se me encomendaba, y de las muertes que serían necesarias para que mi misión fuese cumplimentada a la perfección, asentí con la cabeza, y desde ese día sería el agente Karol para ellos…
 Pasado el año mil novecientos noventa y siete, mi misión fue cumplida a la perfección, y hoy simplemente debo dar consuelo a las madres de plaza de mayo que mañana me visitan…