miércoles, 24 de junio de 2009

LA VIRGEN ME ILUMINA...

Sin dudas la misión no parece tan osada pero aún así tengo mis dudas, esta mañana Reagan ha sido muy firme, si no colaboro él emprenderá la campaña para el control de la natalidad, y eso sería el fin de la familia, algo por lo que he bregado toda mi vida, querida virgen María me encomiendo a tu luz, ilumina mi pensamientos y dame la fuerza de seguir tu misión…

Eran las seis de la mañana cuando mi secretario cruzó raudamente la puerta, la noticia que traía era contundente.
-Santo padre, esta misma tarde llegará el agente Hillenkoelter.
-Pero cómo, ¿él?
-No santo padre es un hijo que trabaja también para la CIA.
-Muy bien cancela mis entrevistas para la tarde entonces, alega que mi salud no es de lo mejor, e intercalas las tres citas de la tarde, con las de mañana a la misma hora.
-Así será santo padre.
Mi secretario corrió por el corredor de la santa sede, y así comencé mi rutina.
La virgen María había sido muy clara, debo luchar por la familia, sin familia la iglesia no podrá seguir adelante.
Hable al medio día con el obispo en Buenos Aires, quien se encargará de los comunistas de ese país, colaborará con mi misión, claro que no sabe nada, de que al cumplirla sólo cumple un mandato de la central de inteligencia de los estados unidos de Norteamérica. En Uruguay y Chile todo esta en orden, y el comunismo esta casi controlado.
Sólo deberé ver si mis obispos de Europa luchan contra el socialismo con el mismo ahínco de los obispos latinos contra el comunismo.

Sorbí mi té sin prisa y al abrirse la puerta era como ver aquel ser al que siempre debí estar enfrentado, era tan grande su parecido que dude sino era él en verdad, pero no podía ser cierto, a estas alturas ese hombre debería estar tan o más envejecido que yo…
Hizo la tan conocida reverencia, pero sólo en el gesto, hablo del plan que se me encomendaba, y de las muertes que serían necesarias para que mi misión fuese cumplimentada a la perfección, sólo asentí con la cabeza, y desde ese día sería el agente Karol para ellos…

Pasado el año mil novecientos noventa y siete, mi misión fue cumplida a la perfección, y hoy sólo debo dar consuelo a las madres de plaza de mayo que mañana me visitan…

LATRISTEZA DEL POETA...

Corría el año 1305 y en Venecia como en toda Italia la idea del pecado y las flagelaciones hacían su más ferviente presencia. Pero de pronto y sin que nadie se lo propusiese el comentario popular era que se darían amnistía a los pecadores, si bien esa noticia era falsa, tal fue el peregrinar a la casa pontificia que el papa debió dar dicha voz popular por cierta… siempre que el pecador visitara arrepentido de corazón las basílicas de San Pedro o de San Pablo.
Fue entonces que Beatrice una jóven de unos dieciséis años visitó la basílica de San Pedro para pedir de corazón borrar de su alma el amor que la torturaba, tanto por imposible como por impropio… El poeta estaba casado con esa mujer a la que jamás tuvo por musa y que tan sólo le dio sus cuatro hijos.
Desolada se va a vivir a Venecia en busca de la paz que no encontraba ya que cada pensamiento la llevaba a su poeta de ensueños. Él por su lado seguía el mismo camino del sufrimiento viviendo al lado de un ser que no lo inspiraba en lo mas mínimo y suspirando por quien lo inspirara en su obra más certera, el Dante…
Por designios del Dios del amor, él es designado a la embajada en Venecia y allí hace realidad el amor con su adorada Beatrice…
Un tarde templada de primavera el recorría las instalaciones precarias de una pequeña fábrica artesanal de espejos, cuando en la entrada ve a una jovencita que pasa ensimismada, y al no poder creerlo, tarda en reaccionar, deja al hombre que lo estaba atendiendo con el espejo en la mano y sale raudamente a la voz de :“Beatrice, Beatrice”, hasta que logra alcanzarla ...ella al verlo, sólo atina a decir: “deberé volver a San Pedro”…

EL SEÑOR DEL MOULIN ROUGE...

Sin dudas ser la más bellas de las artistas que se presenta cada noche, no trajo todo el éxito deseado, al menos en lo que ha amor se refiere.
Nadine era apenas una jóven de veintisiete años, de una piel extremadamente blanca y un cabello largo y rizado, de un color cobrizo brillante, con los ojos más azules que se hayan podido apreciar en alguien, y la voz más dulce de la región. Cantaba cada noche con el corazón abierto en cada nota y con la claridad de quien canta sintiendo lo que canta, y entregando en armonía… su alma, su sangre, su ser. Al terminar su función, miraba hacia el palco que se encontraba a su izquierda, si él se encontraba allí, ella brillaba más aún en sus encantos, pero cuando esto no sucedía, ella tomaba su capa y se cubría hasta el rostro para que nadie interrumpiera su paso hasta el camerino… El dolor se ocultaba tras el maquillaje, y el vacío se ahondaba en su pecho.
Pero cuando él se encontraba... volaba del escenario y estaba parada a su lado antes de diez minutos, simplemente se levantaba sin saludarla y ambos se dirigían caminando uno detrás del otro hasta el auto que los esperaba fuera del recinto como si fueran desconocidos, miraba hacia todos lados y entraba después de ella en el automóvil, allí recién le tomaba la mano, y ella se sentía morir un poquito, hablaban de lo bien de su actuación, de lo bella que cada día estaba, eso le daba mucha ilusión. Bajaban en un hotel, entraban a carrera, siempre era uno distinto. Él le hacia el amor sin media alguna y ella sólo lo abrazaba contra si, para no olvidar el sentirlo, al cabo de dos horas ambos se vestían bajo la promesa de verse pronto, su amado la dejaba en una calle cualquiera y partía a su verdadero rumbo. Ella sólo se quedaba con un nombre ficticio, sin teléfono ni dirección en vista. Y tan sólo esperaba que un día vuelva a sus brazos… Nunca nadie supo de ese amor, sólo ella y su sombra.