lunes, 4 de junio de 2012

MIS LÍMITES...




La escritora tiene pocos límites...

Pues ella sabe de calles que se cruzan en la noche,

Sin temor de encontrar eso soñado.

De lugares que desnudan hasta su alma...

De perfumes que embriaga hasta la pérdida total de su cordura acorazada.

Del besarse en plena calle y ante todos

Como niña que ha encontrado al primer novio.

De jugar a las cartas para perder besos por millones

En pos de pagarlos hasta el infinito.

De despertar en la noche sólo para mirar en penumbras

El rostro sereno de ese ser al que ama de todas formas...

De llamar en la mañana a su hermoso caballero porque sabe

Que ha caído en los brazos de Morfeo más de la cuenta.

De buscar noches y días en su memoria retraída cada gesto

Cada rasgo, cada suspiro para no olvidarlo para olvidarse.

De noches de lecturas infinitas, debatiendo sobre el pensamiento

De algún escritor o filósofo profundo...

De hacer el amor a cada instante para lograr fundir el alma

Más que el cuerpo en su amado...

De no cansarse jamás de mirarse en la mirada del amor

Que le ha sido regalado...

De guardar en cada célula el sentido de poseerlo aun

En la distancia...

La escritora no teme remontar vuelo en proyectos de futuro.

No teme alcanzar el alba en los brazos de su amado...

Correr de la mano, de ésa mano a la que extraña.

Pero la mujer sigue el protocolo de lo mundano.