jueves, 14 de mayo de 2009

Dos almas fugitivas...

La luna es el marco perfecto de lo sueños, pero más aún si ese marco que guarda es el de un amor que nunca deberá ser… esa luna que va guardándose entre nubes porque una tormenta se aproxima desde la distancia…
Dos almas guardadas en cuerpos perfectos, cabezas con sólo razones, y corazones fríos que calculan hasta el gramo de sentimiento que deben dar. Así son para el mundo, sólo eso ven quienes los rodean en sus mundos individuales. Él sostiene a una mujer que nada sabe del amor y mucho menos del corazón, para la cual ése es sólo un órgano que bombea la sangre para que su mente y cuerpo funcionen. Ella sostiene a otro ser que sólo ve en ella la posesión más valiosa que haya conseguido en su vida, y a la cual guarda cual prisionera en un abrazo asfixiante de dolor y egoísmo…
Pero esta noche todo ha cambiado, el ser frío y el asfixiante se han quedado en sus guaridas, y ellos tan sólo se han dejado llevar por los encantos del sentir.
La lluvia es intensa, ella maneja presurosa hasta la ciudad en donde él la espera, el llegó temprano en la tarde para preparar todo. La cabaña es acogedora, cuenta apenas con una sala pequeña en donde hay una chimenea encendida, una alfombra bien mullida, y unos sofás tapizado con piel, un dormitorio rústico con una manta liviana, unas lámparas de tenue luz y un televisor sostenido de la pared, y muchos espejos que le dan mas tamaño al cuarto, un baño con hidromasaje, rodeados de velas y esencias que invitan a amar, y más espejos, una cocina chiquita, con un desayunador y dos banquetas, los utensilios necesarios y una pequeña heladera con freezzer.
Ella respira hondo sin sentir que el aire la golpea en lo profundo y él ha pasado cuatro horas sin encender un cigarrillo. Ambos miran para encontrarse, y al final lo hacen, el corre hacia ella con una campera de abrigo para guarecerla de la lluvia, ella baja sin prisa y el abrazo es eterno al igual que el beso, tanto que desisten del abrigo y dejan que la lluvia los moje como hace años no lo hace y sacan del baúl su maleta. Ese abrazo eterno es su alimento en toda la noche, más una botella de champagne. Afuera la lluvia los invita que quedarse, y los rayos iluminan el cuarto como acompañando la luminosidad del éxtasis de amor… En los dos días de amor, sólo han tenido tiempo para amarse, leer y reír… Ella respira despacio sin prisa, sin opresión, él sonríe sin precio y con amor…

Derecho de amar...



Los días transcurren agitados entre mi rol de padre, de esposo, socio y profesor. Y entre tantos roles me he olvidado del hombre, ese que siente sin tiempos, que sueña con una sol abrasador que lo envuelva junto a su amor en un fría mañana… La frialdad se ha enclavado en mi alma, y el dolor de la lejanía me va poniendo en el peor rol, el de la soledad compartida…

No puedo explicar ni como ni donde sucedió, pero sucedió. Un día cualquiera me encontré sintiendo a esa mujer más cerca de lo esperado. Las charlas se extendían, y mi necesidad de ella también. Fue así que nos citamos con la excusa de un almuerzo, no cerraba en el marco del ideal de belleza esperado por mí de una mujer, pero había algo en ella que me atraía demasiado, quizás haya sido ese límite a punto de romperse entre lo sexy y lo vulgar… En verdad no lo sé a ciencia cierta. Parto del restaurante convenciéndome que no me gusta, que no es lo que esperaba. No intento contactarla al contrario, evito llamarla o conectarme al MSN. Pero con el transcurso de los días el contacto es inevitable, y me encuentro con su enojo y su reclamo ante mi desaparición, allí comprendí que me importaba más de lo que yo mismo quería. Tal es el dolor ante el sólo pensamiento de perderla que debo esconderme en un rincón de mi casa a llorar, sí a llorar con dolor en el alma, como hacía mucho no sucedía… valiéndome de cualquier excusa logro salir de mi hogar y partir a su encuentro, tomo un taxi al azar, y llego, entre el dolor y mis lágrimas le confieso mi amor, ella no me cree, nos abrazamos en un llanto profundo y nos besamos, sabiendo que este amor nos está prohibido… Ella quiere una historia verdadera, después del fracaso de su matrimonio, y yo me debo a esa mujer que me ha dado lo mejor que tengo, mis dos hijas y con quien a pesar de su salud disfruto de la tranquilidad del amor fraterno… Son tan distintas una de la otra una ha dado mas de lo posible, y la otra es un torrente de caprichos egoístas, y con su razón por delante siempre. Nos despedimos con las almas desgarradas de dolor y de amor, desde el taxi le envío mensajes de textos y ella me los responde y así transcurre el viaje de regreso a mi refugio.
Fueron sucediéndose los días y con ellos los mensajes y las charlas en el MSN, y en cada una desistíamos de este amor, en la otra nos dábamos permiso y así, pero siempre sabiendo que nunca le pertenecería a ella por completo, sólo sería un amor con límites, el límite que da tener una esposa y dos hijas a las que no dejaría jamás, pues las tres son el sostén de mi alma. Su orgullos le impide un amor así, y mi amor es tan grande que tampoco le pediría que ocupe un lugar, cuando mi deseo es que sea ella sea la mujer ante el mundo… las comunicaciones van y vienen hasta que volvemos a encontrarnos en un café, en una mañana fría, mi abrigo me da el calor deseado y el sol en mi rostro entibia mi alma devastada. Al final quedamos en seguir este amor hasta que podamos, hasta que no nos haga mal, fueron tres meses de amor, de encuentros y desencuentros, de ida y vueltas.
En octubre nos despedimos como siempre, nada hacía sospechar de su decisión, en noviembre nos veríamos, pero al llegar la fecha desiste de tal encuentro, y se enoja si yo no la contacto y sino insisto en verla, fue allí donde supe de sus caprichos de hija única, quizás en ello radica mi amor, es la antitesis de mi mujer.
En marzo tras almorzamos, pero nada cambia…De allí en más me aturdo con el trabajo y trato de seguir sin pensar en que la necesito, me llega justo ahí un oportunidad de viajar a París por un proyecto, y creo que la distancia es la oportunidad para olvidar y olvidarla, nada se hace cierto, pues en cada calle la recuerdo como si estuviese allí viajando, lejos pensé que me iba a olvidar de ella, o al menos por ese tiempo...No fue así, quería que estés en cada lugar que veía, quería que estés conmigo. Me acuerdo de caminar por la Rue de Sèvres y haberte querido llamar para que mis ojos en ese momento sean los tuyos, si hasta te vi en ese reflejo de Lancome, para solamente verte en el aroma tuyo, quería que me acompañes en esa cena en Paris, no hay lugar en que no hayas estado no hay sitio en que me haya olvidado de vos… aquí estoy valiéndome de tu recuerdo para recorrer esta ciudad que invita a amar. Ese aire de París que huele ha amor, sus pequeñas callecitas repleta de recovecos que incitan a esconderse del mundo, tal y como lo hubiera hecho yo de tenerte a mi lado en ese momento.Cuando volví y te vi...no se si me viste, pero me sentí morir estabas tan linda tan maravillosa, tan enamorado mis ojos, mi alma, mi corazón de vos, pero sólo te vi.Con el correr de los día me contactaste y mi hiciste saber de tu enojo al no responderte mensajes que me habías enviado, pero yo no supe de ellos, mi viaje me lo impidió. Y hoy así estamos tu entras al MSN, y yo aparezco desconectado pero mi corazón no, el da un salto cuando aparece el cartelito de que has iniciado sesión, me duele ver que me invitas a escuchar el tema que estas escuchando… Me duele pero es la única forma que he encontrado de escaparme de vos, de mi, de este amor que ha hecho volver al hombre a mi cuerpo, se que tarde o temprano volveré a ti, juro que haré lo posible por no hacerlo, pero dentro mío sé, que esta historia aún no ha terminado… ojala algún día sepas que te amo más de lo que cualquiera puede hacerlo, quizás te reproches en un futuro por no haber aceptado este amor que para ti es a medias. Y para mi es la única forma en que te puedo amar aunque tu orgullo te impida verlo…
Mercedes Raquel Enrique
Historial de vida. Año 2.007.

La mejor historia, jámas contada...

El revuelo era único, los ángeles alados circulaban nervioso por el pasillo de aquel corredor, en el centro estaba él, diseñando a gusto a la procreadora de la nueva especie.
Un ángel dijo que debería ser inteligente, pero tanto como para hacerle creer al hombre que no lo superaba, otro adujo que debería tener un gran corazón capaz de congelar sentimientos por la fuerza del pensamiento, y otro simplemente dijo: “”debe ser bella”… Y sin más al otro día Dios presento a sus ejercito de ángeles al ser que más tardo en crear, se la veía frágil, con curvas que invitaban al placer, con cabellera larga y sedosa, con brillo en la mirada y un perfume embriagante en la piel, esa misma noche partió al paraíso, y conoció a su par…

Hoy poco queda de aquella pero al menos queda, algunas se perdieron en la lucha contra el hombre, otras se perdieron sin luchar contra nada, y las que aun quedan luchan por seguir en esta vida, corren contra el reloj biológico, son madres, amigas, amantes esposas, novias, hijas, pero antes de todo, son mujeres y en la tarea de ser ellas, se dan tiempo para ser con los demás… esas han sobrevivido a la lucha de sexos, y a las cuadraturas impuestas desde lo religioso y lo social, y simplemente han sido felices y han llenado de felicidad a quienes las rodean…

La hora del adios...

La única razón por la que vine es... para decirte que ya nada es posible.
Que mis sueños ya no son lo que eran, que cada uno fue forjándose en si mismo, y ya nada queda de aquellos.
Que tu norte ya no es el mío, que mi calor ya tiene otros sentidos.
Que tu palabra ya no me resulta única, ya no es música para mis oídos
Que tus caricias no dicen nada, más que la frialdad que guarda tu alma.
Que aunque quise vida quererte más, yo no he podido y debo marcharme…
Te deseo siempre lo mejor del mundo, sigue siendo el niño ese que sonríe. No pierdas la calma, ni tu algarabía, sigue en tus proyectos cada uno de ellos, llena tu inocencia de sabores frescos… Busca en otro alma, algo que te de, más de lo que tienes, más de lo que ves… Encuentra en los recuerdos si algo te ha quedado de estos largos años, de amor y desgarrado, no ha sido tan fácil vivir a mi lado, yo con mi silencios y tu con tus horarios…
Pero estoy segura que yo te he amado, más de lo posible, más de lo soñado, y guardaré tus sonrisas en los sueños de cada enamorado…
Te dejo mis libros y hasta algún poema, mis sonrisas, mis lágrimas, mi ilusión de amar, se queda contigo un pedazo de mi alma, apenas tú puedas devuélvamela. Me llevo conmigo ese abrazo que no diste, ese beso que guardaste y también el olvido…
Hasta siempre vida que seas feliz, que Dios te ilumine, yo... ya debo partir.

martes, 5 de mayo de 2009

Un cuento sin principio y sin final

Lo nuestro ha sido así como lo ven,
Un cuento sin principio y sin final,
Tan lleno de recuerdos del ayer,
Tan lleno de ese día que vendrá...

Lo nuestro ha sido como lo ven. ,
Un sueño de amar por el amor,
Sin precio, sin factura, sin desdén,
Un escape de vida al corazón...

Sin sueños de futuro por lograr,
Sólo espacios de alegría por vivir,
Y tan sólo en esa mirada reflejar,
Un alma que no se olvidó de reír...

Que importa que sean minutos de felicidad...
Hay gente que vive y jamás lo intenta lograr...
Que importa que sea una historia sin final…
Esto es sólo un cuento para poder soñar...

Mercedes Raquel Enrique. 2.006.-