miércoles, 24 de junio de 2009

LATRISTEZA DEL POETA...

Corría el año 1305 y en Venecia como en toda Italia la idea del pecado y las flagelaciones hacían su más ferviente presencia. Pero de pronto y sin que nadie se lo propusiese el comentario popular era que se darían amnistía a los pecadores, si bien esa noticia era falsa, tal fue el peregrinar a la casa pontificia que el papa debió dar dicha voz popular por cierta… siempre que el pecador visitara arrepentido de corazón las basílicas de San Pedro o de San Pablo.
Fue entonces que Beatrice una jóven de unos dieciséis años visitó la basílica de San Pedro para pedir de corazón borrar de su alma el amor que la torturaba, tanto por imposible como por impropio… El poeta estaba casado con esa mujer a la que jamás tuvo por musa y que tan sólo le dio sus cuatro hijos.
Desolada se va a vivir a Venecia en busca de la paz que no encontraba ya que cada pensamiento la llevaba a su poeta de ensueños. Él por su lado seguía el mismo camino del sufrimiento viviendo al lado de un ser que no lo inspiraba en lo mas mínimo y suspirando por quien lo inspirara en su obra más certera, el Dante…
Por designios del Dios del amor, él es designado a la embajada en Venecia y allí hace realidad el amor con su adorada Beatrice…
Un tarde templada de primavera el recorría las instalaciones precarias de una pequeña fábrica artesanal de espejos, cuando en la entrada ve a una jovencita que pasa ensimismada, y al no poder creerlo, tarda en reaccionar, deja al hombre que lo estaba atendiendo con el espejo en la mano y sale raudamente a la voz de :“Beatrice, Beatrice”, hasta que logra alcanzarla ...ella al verlo, sólo atina a decir: “deberé volver a San Pedro”…

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